Esta es una traducción de la página original en inglés.

Prisiones en el software privativo


El software que no es libre (privativo) a menudo es malware (diseñado para maltratar a los usuarios). El software que no es libre está controlado por quienes lo han desarrollado, lo que los coloca en una posición de poder sobre los usuarios; esa es la injusticia básica. A menudo los desarrolladores y fabricantes ejercen ese poder en perjuicio de los usuarios a cuyo servicio deberían estar.

Habitualmente, esto suele realizarse mediante funcionalidades maliciosas.


Las «prisiones» son sistemas operativos maliciosos diseñados para imponer la censura sobre qué aplicaciones se le permite al usuario instalar. Esta imagen de una iPrisión ilustra el problema.

Estos sistemas son plataformas de censura impuestas por la empresa propietaria del sistema. La venta de productos diseñados como plataformas para que una empresa imponga la censura debería estar prohibida por la ley, pero no lo está.

En esta página se listan unas pocas prisiones, con algunos de los métodos que emplean para censurar aplicaciones, y se incluyen ejemplos concretos de aplicaciones que han sido bloqueadas haciendo uso de ese poder de censura.

Si conoce algún ejemplo que debería mencionarse en esta página y no está, escriba por favor a <webmasters@gnu.org> para informarnos. Para fundamentarlo, incluya la URL de una o dos páginas fiables que traten sobre ello.

Apple

  • 2022-07

    Shortcuts, una aplicación para crear scripts incorporada en los dispositivos de Apple, no da libertad completa para compartir los scripts (también llamados «shortcuts»). La exportación de un script como archivo requiere un número de identificación de Apple, y puede ser censurado por la compañía.

    En esta situación (y muchas otras) pasar de una iCosa a un dispositivo respetuoso con la libertad le proporciona comodidad y libertad. La idea de que para tener libertad hay que sacrificar la comodidad es a menudo equivocada. Las prisiones son incómodas.

  • 2021-09

    En Rusia, Apple ha impedido que la aplicación de Navalny para el voto táctico se pueda instalar en los iPhone.

    No es posible hacerlo porque (1) los iPhone rechazan la instalación de aplicaciones que no procedan de Apple, y (2) Apple ha obedecido la ley de censura rusa. El primer punto es obra del software privativo de Apple.

  • 2019-04

    Apple se propone exigir que todas las aplicaciones para MacOS sean antes aprobadas por Apple.

    Ofrecer un servicio de verificación como algo opcional podría ser útil y no tendría nada de malo. Exigir que los usuarios obtengan la aprobación de Apple es tiranía. Apple dice que la verificación buscará únicamente software malicioso (sin contar el software malicioso que forma parte del sistema operativo), pero Apple podría cambiar ir cambiando de idea poco a poco, o quizás clasificar como software malicioso cualquier aplicación que no sea del gusto de China.

    Para el software libre, esto significa que los usuarios tendrán que obtener la aprobación de Apple tras la compilación. Esto supone un sistema de vigilancia de la utilización de programas libres.

  • 2008-03

    iOS, el sistema operativo de las iCosas de Apple, es el prototipo de una prisión. Fue Apple quien inició la práctica de diseñar ordenadores de uso general que incluyen la censura de programas de aplicación.

    He aquí un artículo sobre la firma de código que las iCosas utilizan para aprisionar al usuario.

    Curiosamente, Apple está comenzando a permitir, de manera limitada, el paso a través de los muros de la iCosas: ahora los usuarios pueden instalar aplicaciones construidas a partir del código fuente, siempre que el código fuente esté escrito en Swift. Los usuarios no pueden hacerlo libremente, ya que se les exige que se identifiquen. Más detalles, aquí. Si bien esto es una grieta en los muros de la prisión, no es lo suficientemente grande para que las iCosas hayan dejado de ser prisiones.

Ejemplos de censura por medio de las prisiones de Apple

Microsoft

Juegos para consolas

En las consolas no puede ejecutarse ningún juego a menos que el fabricante lo haya autorizado. Lamentablemente, no encontramos ningún artículo que citar con relación a este hecho. Por favor, infórmenos si conoce alguno.