Esta es una traducción de la página original en inglés.

El nuevo monopolio de Microsoft

Este artículo se escribió en julio de 2005. Microsoft adoptó una política diferente en 2006, de modo que las políticas concretas que se describen en esta página y las críticas específicas de las mismas solo tienen un interés histórico. No obstante, el problema general sigue sin resolverse: La nueva política de Microsoft, artificiosamente redactada, no concede a nadie un claro permiso para implementar el OOXML.


Los legisladores europeos que apoyan las patentes de software afirman frecuentemente que estas no afectarán al software libre (o «código abierto»). Pero los abogados de Microsoft están decididos a demostrar lo contrario.

Documentos internos filtrados en 1998 señalan que Microsoft considera al sistema operativo de software libre GNU/Linux (al cual se refieren como «Linux») el principal competidor de Windows, y comenta que usar patentes y formatos de archivo secretos servirá para detenernos.

Debido al enorme poder de Microsoft en el mercado, a menudo puede imponer nuevos estándares a voluntad. Le basta con patentar una idea menor, diseñar un formato de archivo, un lenguaje de programación o un protocolo de comunicación basado en él, y luego presionar a los usuarios para que lo adopten. Después nosotros, en la comunidad del software libre, tendremos prohibido proveer software que satisfaga las necesidades de esos usuarios; ellos quedarán cautivos de Microsoft y nosotros con las manos atadas para prestarles servicio.

Anteriormente Microsoft trató de que su sistema patentado de bloqueo de spam se convirtiera en un estándar de Internet, para impedir de esa manera que el correo electrónico se pudiera gestionar con software libre. El comité de estándares que se ocupó del caso rechazó la propuesta, pero Microsoft dijo que trataría de convencer a grandes ISP (proveedores de acceso a Internet) de que utilizaran su sistema de todos modos.

Ahora Microsoft planea hacer algo parecido con los archivos de Word.

Hace algunos años, Microsoft abandonó su formato documentado para guardar documentos y pasó a utilizar otro formato que era secreto. No obstante, los desarrolladores de procesadores de texto de software libre como AbiWord y OpenOffice.org experimentaron tenazmente durante años con el propósito de descifrar el formato, y ahora estos programas pueden leer la mayoría de los archivos de Word. Pero Microsoft no ha sido derrotado aún.

La próxima versión de Microsoft Word utilizará formatos que incluyen una técnica de la cual Microsoft afirma poseer la patente. Microsoft ofrece una licencia de su patente exenta de regalías para ciertos usos limitados, pero las limitaciones son tantas que no autoriza el software libre. Esta es la licencia.

El software libre se define como aquel que respeta cuatro libertades fundamentales: (0) libertad de ejecutar el programa como desee, (1) libertad de estudiar el código fuente y modificarlo para que haga lo que usted desee, (2) libertad de hacer y redistribuir copias, y (3) libertad de publicar versiones modificadas. Sólo los programadores pueden ejercer directamente las libertades 1 y 3, pero todos los usuarios pueden ejercer las libertades 0 y 2, y todos los usuarios se benefician de las modificaciones que los programadores escriben y publican.

Distribuir una aplicación bajo la licencia de patente de Microsoft impone condiciones que prohíben la mayoría de las posibles modificaciones del software. En ausencia de la libertad 3, que se refiere a la publicación de versiones modificadas, no podría ser software libre. (Pienso que tampoco podría ser software de «código abierto», puesto que la definición es similar; pero no es idéntica, y no puedo hablar por los defensores del código abierto).

La licencia de Microsoft requiere también la inclusión de una declaración específica. Este requisito no puede impedir por sí mismo que un programa sea libre. Es normal que el software libre lleve avisos de licencia que no se pueden cambiar, y esta declaración podría considerarse como uno de ellos. La declaración es tendenciosa y confusa, ya que utiliza la expresión «propiedad intelectual», pero afortunadamente no se está obligado a aceptarla como cierta o siquiera significativa, sólo se exige incluirla. El programador puede anular el efecto ambiguo de la declaración añadiendo una advertencia como esta: «La siguiente declaración induce a error y nos ha sido impuesta por Microsoft; se advierte que se trata solo de propaganda. Para más información, consulte el artículo de Richard Stallman acerca de la «propiedad intelectual».

Sin embargo, el requisito de incluir un texto específico es en realidad una argucia, porque se entiende que quien lo cumple acepta y aplica explícitamente las restricciones de la licencia de patente de Microsoft. Es claro que el programa resultante no sería software libre.

Algunas licencias de software libre, como la popular Licencia Pública General de GNU, prohíben la publicación de una versión modificada si no es software igualmente libre (llamamos a esto la cláusula «libertad o muerte», puesto que asegura que el programa siga siendo libre o deje de existir). Aplicar la licencia de Microsoft a un programa que está bajo la GPL de GNU violaría la licencia del programa, lo cual sería ilegal. Muchas otras licencias de software libre permiten la publicación de versiones modificadas que no son libres. No sería ilegal modificar dicho programa y publicar la versión modificada bajo la licencia de patente de Microsoft. Pero esa versión modificada, con su licencia modificada, no sería software libre.

La patente de Microsoft que cubre el nuevo formato de Word es una patente estadounidense. No impone restricciones a nadie en Europa; los europeos son libres de desarrollar y usar software que pueda leer ese formato. Los europeos que actualmente desarrollan o usan software disfrutan de una ventaja sobre los estadounidenses: los estadounidenses pueden ser demandados por violación de patente por sus actividades con el software en Estados Unidos; pero los europeos no pueden ser demandados por sus actividades en Europa. Los europeos pueden obtener patentes de Estados Unidos y demandar a los estadounidenses, pero los estadounidenses no pueden obtener patentes de software europeas si Europa no se lo permite.

Todo esto cambiaría si el Parlamento Europeo autoriza las patentes de software. Microsoft sería uno de miles de extranjeros titulares de patentes que traerían sus patentes a Europa para demandar a los programadores y usuarios de software en Europa. De las 50.000 patentes de software supuestamente inválidas emitidas por la Oficina Europea de Patentes, aproximadamente el 80% no pertenecen a europeos. El Parlamento Europeo debería votar por mantener esas patentes inválidas para salvaguardar a los europeos.

[Nota de 2009]: La directiva de la UE para autorizar patentes de software fue rechazada, pero la Oficina Europea de Patentes ha continuado emitiéndolas y algunos países las consideran válidas. Consulte ffii.org para más información y participar en la campaña contra las patentes de software en Europa.