Esta es una traducción de la página original en inglés.

La censura de mi software

El verano pasado unos inteligentes legisladores propusieron un proyecto de ley para «prohibir la pornografía» en Internet. El otoño pasado los cristianos de derecha hicieron suya la causa. La semana pasada el presidente Clinton firmó el proyecto de ley. Esta semana censuro Emacs de GNU.

No, Emacs de GNU no contiene pornografía. Es un paquete de software, un editor de texto extensible y programable que ha ganado muchos premios. Pero la ley que se aprobó se aplica en campos que van mucho más allá de la pornografía. Prohíbe el uso de palabras «indecentes», lo que puede incluir cualquier cosa, desde famosos poemas, a obras maestras colgadas en el Louvre, a consejos sobre el sexo seguro... hasta el software.

Naturalmente, hubo una gran oposición a este proyecto de ley. No solo de los usuarios de Internet y de quienes aprecian el erotismo, sino también de todo aquel a quien le importa la libertad de prensa.

Pero cada vez que intentábamos decirle al público lo que estaba en juego, las fuerzas de la censura respondían con una mentira: decían al público que el objetivo era simplemente la pornografía. Al incluir esta mentira como una presuposición en sus declaraciones sobre la cuestión, lograron desinformar al público. Así que ahora censuro mi software.

Verá, Emacs contiene una versión del famoso «programa doctor»; también conocido como Eliza, programado originalmente por el Profesor Weizenbaum en el MIT. Es un programa que imita la psicoterapia rogeriana. El usuario conversa con el programa y este le responde utilizando las mismas declaraciones del usuario y mediante la identificación de una larga lista de palabras específicas.

El programa del doctor Emacs se configuró para reconocer muchas palabrotas frecuentes y responder con tiernos mensajes como: «¿Podría por favor cuidar su lenguaje?» o «No seamos vulgares». Para poder hacer esto necesitamos tener una lista de malas palabras. Todo ello significa que el código fuente de este programa era indecente.

Así que esta semana eliminé esa característica. La nueva versión del doctor no reconoce palabras indecentes; si lo maldices, el programa te responderá con la misma maldición, debido a que le falta de información (cuando se ejecuta la nueva versión, el programa inicia anunciando que ha sido censurado para protegerle).

Ahora los estadounidenses se enfrentan a la amenaza de dos años de prisión por publicaciones indecentes en la red; sería útil que pudieran acceder a reglas precisas para evitar la encarcelación a través de Internet. De todos modos, esto es imposible. Las reglas tendrían que mencionar las palabras prohibidas, por lo tanto, publicarlas en Internet sería una violación de las mismas reglas.

Naturalmente estoy una suposición acerca del significado de «indecente». Tengo que hacerlo porque nadie lo sabe con certeza. El significado posible más obvio es el significado que tiene para la televisión, así que es lo que estoy utilizando como hipótesis provisional. No obstante, existe una alta probabilidad de que nuestros tribunales rechacen la interpretación de la ley como inconstitucional.

Podemos tener la esperanza de que los tribunales reconozcan Internet como un medio de publicación, como los libros y las revistas. Si lo hacen, rechazarán de lleno cualquier prohibición de las publicaciones «indecentes» en Internet.

Lo que realmente me preocupa es que los tribunales puedan escoger una confusa medida a medias mediante la aprobación de una interpretación de «indecente» que autorice el programa doctor o una declaración de las reglas de la decencia, pero que prohíba algunos de los libros que cualquier niño puede leer en una biblioteca pública. Con los años, a medida que Internet reemplace a la biblioteca pública, parte de nuestra libertad de expresión se perderá.

Hace algunas semanas otro país impuso la censura en Internet. Se trata de China. No tenemos una buena opinión de ese país, donde el gobierno no respeta las libertades básicas. Pero, ¿las respeta nuestro gobierno? Y a usted, ¿le importan lo suficiente como para preservarlas aquí?

[Este párrafo es obsoleto:]

Si lo desea, puede ponerse en contacto con Voters Telecommunications Watch. En su página web http://www.vtw.org/ encontrará información de referencia y recomendaciones para actuar. La censura ganó en febrero, pero podemos vencerla en noviembre.