Esta es una traducción de la página original en inglés.

Los problemas de las antiguas versiones de la Apple Public Source License (APSL)

La versión actual de la Apple Public Source License (APSL) no tiene ninguno de estos problemas. Puede leer nuestra posición actual respecto a la APSL en este otro artículo. Este documento se mantiene solamente por razones históricas.


Posición de la FSF ante las antiguas versiones de la APSL

Apple publicó una versión actualizada de la APSL, la 1.1, pero seguía siendo inaceptable. Cambiaron la cláusula de terminación por una de «suspensión» que seguía teniendo los mismos efectos negativos.

En enero de 2001 Apple publicó otra nueva versión, la APSL 1.2. En esta versión corrigieron dos de los defectos graves, aunque aún queda uno: cualquier versión modificada que se distribuya en el ámbito interno de una organización debe publicarse. La APSL 1.2 ha dado dos grandes pasos para convertirse en una licencia de software libre, pero todavía le queda otro paso importante para lograrlo.

Más adelante mostramos el comentario original sobre la versión 1.0 de la APSL.

Comentario original sobre la APSL

Después de haber estudiado la nueva licencia de Apple para código fuente, la APSL, concluyo que no alcanza a cumplir con los requisitos de una licencia de software libre. Contiene tres defectos graves, cualquiera de los cuales es suficiente para impedir que el software sea libre.

No respeta la privacidad

La APSL no permite hacer una versión modificada y usarla para fines privados sin publicar los cambios.

Control central

A cualquiera que publique una versión modificada (o incluso que la utilice, a menos que lo haga con fines de investigación y desarrollo) se le exige que lo notifique a una organización específica, que resulta ser Apple.

Posibilidad de revocarla en cualquier momento

La cláusula de terminación estipula que Apple puede revocar esta licencia y prohibir que se continúe usando todo o parte del software cada vez que alguien presente una acusación por violación de patentes o de copyright.

De esta manera, si Apple renunciara a luchar contra una patente discutible (o una cuya aplicabilidad al código en cuestión sea discutible), no se tendría la posibilidad de combatirla en un tribunal, pues habría que luchar también contra el copyright de Apple.

Tal cláusula de terminación es especialmente perjudicial para usuarios que viven fuera de los Estados Unidos de América, pues los hace indirectamente vulnerables al descabellado sistema de patentes de EE. UU. y a la incompetencia de su oficina de patentes, que normalmente no podría afectarles en sus propios países.

Cualquiera de estos defectos hace que la licencia en cuestión sea inaceptable.

Si se subsanaran estos tres defectos, la APSL sería una licencia de software libre que aún contendría tres importantes problemas prácticos, herencia de la NPL:

  • No es una verdadera licencia con copyleft, puesto que permite enlazar con otros archivos que pueden ser programas privativos en su totalidad.
  • No es justa, puesto que requiere cederle a Apple los derechos sobre los cambios, cosa que ellos no harán con su software.
  • No es compatible con la GPL.

Por supuesto, la principal diferencia entre la NPL y la APSL es que la NPL es una licencia de software libre. Estos problemas son significativos en el caso de la NPL porque esta no tiene graves defectos. Ojalá pudiera decirse lo mismo de la APSL.

A un nivel fundamental, la APSL plantea una reclamación que, de ser aceptada, ampliaría los poderes del copyright de manera peligrosa, pues lo que reclaman es la potestad de imponer condiciones para la simple ejecución del software. Por lo que yo sé, las leyes de los EE. UU. no lo permiten, excepto si se usa un método de cifrado o un gestor de licencias para hacer cumplir las condiciones. Sería terriblemente irónico que un intento fallido de hacer una licencia de software libre tuviera como resultado una ampliación del alcance del poder del copyright.

Aparte de esto, debemos recordar que solo una parte de MacOS está siendo publicada bajo la APSL. Incluso si los graves defectos y los problemas prácticos de la APSL se resolvieran, incluso si se convirtiera en una muy buena licencia de software libre, no afectaría a las otras partes de MacOS cuyo código fuente no se publica. No debemos juzgar toda la compañía por solo una parte de lo que hace.

En general, creo que la acción de Apple es un ejemplo de las consecuencias del movimiento del «código abierto»Open Source»), que cuenta ya con un año de vida y que se propone atraer a las empresas con el mero objetivo materialista de un rápido desarrollo, mientras deja de lado cuestiones más profundas como la libertad, la comunidad, la cooperación y el tipo de sociedad en la que queremos vivir.

Apple ha captado perfectamente la idea que anima al movimiento del «código abierto», es decir: «Muestra a los usuarios el código fuente y ellos te ayudarán a corregir los errores». Lo que Apple no ha entendido —o ha dejado de lado— es el espíritu del software libre, que consiste en el hecho de que formamos una comunidad cuya finalidad es cooperar en favor del software como bien común.