Esta es una traducción de la página original en inglés.
Intromisiones en el software privativo
El software que no es libre (privativo) a menudo es malware (diseñado para maltratar a los usuarios). El software que no es libre está controlado por quienes lo han desarrollado, lo que los coloca en una posición de poder sobre los usuarios; esa es la injusticia básica. A menudo los desarrolladores y fabricantes ejercen ese poder en perjuicio de los usuarios a cuyo servicio deberían estar.
Habitualmente, esto suele realizarse mediante funcionalidades maliciosas.
Un tipo de funcionalidad maliciosa es la que permite la injerencia del desarrollador en la utilización del software. Esta página describe el modo en que diversos programas privativos importunan, molestan o causan problemas al usuario. Estas acciones son parecidas al sabotaje, pero la palabra «sabotaje» es demasiado fuerte para referirse a ellas.
Si conoce algún ejemplo más que deba estar incluido en esta página, escriba por favor a <webmasters@gnu.org> para informarnos. Incluya la URL de una o dos referencias confiables para justificar su inclusión.
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Apple está poniendo DRM en las baterías de los iPhone, y el software privativo del sistema desactiva ciertas funcionalidades cuando las baterías se sustituyen por otras que no sean de Apple.
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Google está modificando Chromium a fin de que las extensiones no puedan alterar o bloquear nada de lo que contenga la página. Cabe la posibilidad de que los usuarios reviertan este cambio en una bifurcación de Chromium, pero seguro que Chrome (que no es libre) mantendrá el mismo cambio, y ahí los usuarios no podrán hacer nada.
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Los teléfonos Samsung llevan preinstalada una versión de la aplicación de Facebook que no se puede eliminar. Facebook afirma que eso es un residuo que no hace nada, pero lo único que podemos hacer es creerles, y existe un riesgo permanente de que la aplicación se active mediante una actualización automática.
La preinstalación de programas basura es una práctica común en los sistemas operativos que no son libres, pero al hacer que esos programas no puedan eliminarse, Facebook y Samsung (entre otros) están dando un paso más en su secuestro de los dispositivos de los usuarios.
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Una versión de Windows 10 sermonea a los usuarios que intentan instalar Firefox (o Chrome).
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Un videojuego que no es libre, disponible a través del programa cliente Steam, que tampoco es libre, incluía un «minero», esto es, un ejecutable que secuestra la CPU del ordenador del usuario para minar alguna criptomoneda.
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Un delincuente informático aprovechó un agujero en un software sin actualizar para introducir un «minero» en las páginas web servidas a los visitantes. Este tipo de software malicioso secuestra el procesador de la computadora para minar alguna criptomoneda.
(Observe que el artículo se refiere al software infectado como «sistema de gestión de contenidos». Un término más correcto sería “sistema de revisión de sitios web”.)
Puesto que el minero era un programa de JavaScript privativo, los visitantes no se habrían visto afectados si hubieran utilizado LibreJS. También existen algunas extensiones para navegadores que bloquean específicamente los mineros JavaScript.
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El software educativo privativo de Pearson hizo un experimento con estudiantes reales, tratándolos de forma diferente para observar los resultados.
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Microsoft pretende hacer que Windows imponga el uso de su navegador, Edge, en determinadas circunstancias.
La razón por la que Microsoft puede imponer cosas a los usuarios es que Windows no es libre.
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Vea cómo los juegos gratuitos en los que se gana poco manipulan psicológicamente a sus «usados».
Estas conductas manipuladoras son funcionalidades maliciosas, y son posibles debido a que el juego es privativo. Si fuera libre, se podrían publicar versiones no manipuladoras y jugar con estas en su lugar.
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Windows muestra anuncios invasivos de productos de Microsoft y de sus socios.
El autor del artículo parte del supuesto de que Microsoft tiene derecho a controlar lo que Windows hace a los usuarios, siempre que no vaya «demasiado lejos». No estamos de acuerdo.
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Una actualización de Acrobat Reader modifica Chrome sigilosamente.
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El servicio de Compatibilidad de Telemetría de Microsoft reduce drásticamente el rendimiento de los ordenadores con Windows 10, y no puede deshabilitarse con facilidad.
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Tras forzar la descarga de Windows 10 en ordenadores que funcionaban con Windows 7 y 8, Microsoft hacía reaparecer reiteradamente una indicación que instaba a los usuarios a «actualizar» a Windows 10, aunque estos ya lo hubieran rechazado con anterioridad, con la esperanza de que alguna vez erraran. Para hacerlo, Microsoft utilizó técnicas de malware.
En la web de la Electronic Frontier Foundation se puede encontrar un detallado análisis de la estrategia de Microsoft.
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Microsoft ha hecho que los ordenadores con Windows de las empresas animen a los usuarios a quejarse a los administradores del sistema de no «actualizar» los equipos a Windows 10.
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Microsoft ya no ofrecerá soporte para el funcionamiento de Windows 7 y 8 en ninguno de los futuros procesadores Intel. Para tales máquinas, solo estará disponible el más malévolo Windows 10. Lo mismo para los procesadores AMD y Qualcomm.
Windows 7 y 8 también son contrarios a la ética, por supuesto, porque son software privativo, pero este ejemplo de imposición por parte de Microsoft demuestra el poder que posee.
Los desarrolladores de software libre también dejan de mantener viejas versiones de sus programas, pero esto no implica ser injusto con los usuarios porque los usuarios de software libre tienen el control del software. Si el programa es importante para usted, puede unirse a otros usuarios y contratar a alguien para que adapte la vieja versión a futuras plataformas.
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El software privativo de Adobe puede detener otras tareas y paralizar el ordenador para realizar una verificación de licencia en un momento aleatorio cada 30 días.
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Oracle llegó a un acuerdo con Yahoo: el complemento Java privativo de Oracle cambia la página web inicial y el motor de búsqueda por defecto a Yahoo, a menos que el usuario intervenga para detenerlo.